Este jueves 26 de junio, en el marco de una nueva jornada de lucha, ADEIUNAJ, el sindicato docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, se movilizó en defensa de la universidad pública, la dignidad salarial y el derecho a la educación.
Las acciones comenzaron al mediodía con un banderazo en el ingreso a la UNAJ, realizado de manera conjunta por toda la comunidad universitaria: docentes (ADEIUNAJ), no docentes (ATUNAJ) y la federación estudiantil (Unidos x UNAJ) se reunieron para dar inicio al paro convocado a nivel nacional. La medida simboliza el compromiso colectivo con la universidad nacional, popular e inclusiva, y con condiciones dignas para enseñar, trabajar y estudiar.
Por la tarde, junto a los sindicatos del conurbano que integran el frente de Asociaciones de Base (FAB), se movilizaron al centro de la Ciudad para marchar con banderas y antorchas hacia el Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación. La movilización plantea demandas urgentes: paritarias libres y sin techo, recuperación del salario docente, pago y actualización del monto de las becas estudiantiles y más presupuesto para las universidades nacionales, la ciencia y la tecnología.
Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, asistimos a un progresivo vaciamiento de las universidades nacionales. El ajuste ha forzado la renuncia de docentes que no pueden sostener una actividad que ya no cubre sus necesidades básicas debido a la permanente pérdida salarial. Las condiciones laborales y de funcionamiento de las universidades se han deteriorado gravemente por la falta de presupuesto para garantizar las condiciones mínimas necesarias para el dictado de clases. En muchos casos, las clases presenciales han debido ser reemplazadas por virtuales para evitar la suspensión de la cursada.
La situación es cada vez más insostenible y ha motivado reclamos sostenidos de docentes, no docentes y estudiantes. Las autoridades de la UNAJ, incluso, declararon el pasado 12 de mayo la emergencia salarial y presupuestaria, a pedido de las gremiales universitarias, frente al ahogo económico derivado de la falta de partidas presupuestarias y de actualización salarial.
Las medidas de lucha y las acciones gremiales se han vuelto una constante que, sin duda, desgasta el ánimo de la comunidad universitaria. Sin embargo, resultan imprescindibles para exigir al Estado el cumplimiento de derechos conquistados, como el acceso a la educación pública y salarios dignos.
Jornada de Lucha en Defensa de la Universidad Pública
